(Dpto. de Prensa. Jeffrey Group). En
1930, Amy Johnson, pionera británica de la aviación, asombró al mundo con un
viaje épico en solitario desde Reino Unido a Australia que abrió el camino para
las mujeres en la aviación y los viajes aéreos como lo conocemos hoy en día. 85
años después, la piloto Tracey Curtis-Taylor está recreando el histórico viaje
en un biplano Boeing Stearman de cabina abierta, recorriendo 13.000 millas y 23 países.
Amy Johnson, pionera britanica de la aviación
A diferencia del vuelo de 1930, hoy, gracias a
la conectividad de Inmarsat (líder en servicios globales de comunicaciones
satelitales móviles) los aficionados de todo el mundo pueden unirse y seguir la
aventura de Tracey, quien comparte actualizaciones en un sitio web interactivo
y a través de redes sociales, además de registrar imágenes para un documental.
El viaje comenzó el pasado mes de Octubre a bordo de un biplano Boeing Stearman diseñado en la década de los
años 30 llamado “El Espíritu de Artemisa” (Spirit of Artemis). La aeronave tiene una velocidad
máxima de 95 mph, una altitud de operación de 10.000 pies y un rango de solo
450 millas, razón por la que la piloto hará paradas frecuentes en lugares
remotos de tres continentes a lo largo de la ruta.
Gracias a la red de satélites global de
Inmarsat, Tracey estará en comunicación durante las más de 12 semanas que le
tomará llegar a Sydney, sin importar qué tan remota sea su ubicación. Tan
pronto como aterrice en cada punto, ella y el equipo que la escoltará en una
aeronave moderna y liviana, podrán conectar su laptop a la compacta terminal
BGAN Explorer 710 para recibir servicios de voz y banda ancha simultáneas, en
cuestión de minutos.
Para conocer más sobre Inmarsat y la aventura
de Tracey Curtis-Taylor visita el siguiente blog: http://bit.ly/1kajaBP
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