Al iniciarse
la fase de ingeniería básica y de detalles del avión de pasajeros más grande
del mundo, el Airbus A380, se sabía de antemano que el mismo iba a representar
un gran esfuerzo y reto no solo a nivel de diseño y fabricación, sino también a
nivel de infraestructura aeroportuaria pues se deberían hacer cambios
significativos a nivel de edificación, pista de aterrizaje y calles de rodaje
para recibir y atender este avión.
Bien, uno de
estos problemas, era que hacer con el sistema de reversas de los cuatro motores
Rolls Royce Trent, considerando que son uno de los motores más grandes y
potentes del mundo aeronáutico y están instalados en unos planos de casi 80
metros de longitud.
El problema
radica en que se necesitaría una pista de aterrizaje y calles de rodaje con un mínimo
de 170 metros de ancho para garantizar que los cuatro motores no tengan
problemas de ingesta de objetos extraños en el motor o que por efecto de los
gases de escape del motor durante la acción de las reversas, se dispararan objetos a otros aviones en rampa, pista
o a personas y otros vehículos de uso operacional en el aeropuerto.
Airbus A380 de Emirates en aterrizaje (Foto: Airliners.net).
El ancho
promedio de las pistas de aterrizaje en los aeropuertos a nivel mundial está
entre 50 y 80 metros y el hecho de adaptarlas a las necesidades particulares de los motores del A380
hubiera significado un duro golpe para este proyecto mayor de Airbus.
Ante este
reto, Airbus considero inicialmente no colocar inversores en los motores Rolls
Royce y depender de un sistema de frenado de gran capacidad en los trenes de
aterrizaje principal, pero esto representaba un enorme desgaste de los
neumáticos y calentamiento excesivo del tren de aterrizaje, por efectos de la fricción,
al no contarse con la ayuda de las reversas de los motores y un mayor tiempo de indisponibilidad del avión, pues se necesitarían de 2 a 3 horas para enfriar el tren de aterrizaje a una temperatura que no afectara la operación normal y seguridad del avión.
Considerando
lo señalado, Airbus opto por una mejor solución: Coloco reversas de empuje en
los motores Nº 2 y 3 (los internos ó más cercanos al fuselaje), ya que están
dentro del ancho típico de las pistas de aterrizaje y los motores Nº 1 y 4 (los
externos ó más lejanos al fuselaje) no tienen reversas, evitando así las
situaciones de riesgo ya señaladas. Adicionalmente, los trenes de aterrizaje
principal tienen un eficiente sistema de frenado que permite la detención
segura del avión en combinación con las reversas de los motores 2 y 3.
Airbus A380 de Lufthansa en aterrizaje (Foto: Airliners.net).
Como
innovación, Airbus y Rolls Royce consideraron el diseño de los motores 2 y 3
con las reversas con un sistema ó mecanismo de actuación (movimiento) de tipo
eléctrico, generando mayor confiabilidad que los tradicionales mecanismos
neumáticos ó hidráulicos y al mismo tiempo se ahorra peso y por ende menor
consumo de combustible.
Escrito por:
José A. Ramírez V. (“Rooster”).
Corresponsal Aviamil del Estado Falcón.
@betoramirez30
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